INTRODUCCIÓN
Hola ciclenses (bicinrenses), nuestra siguiente aventura nos llevó a Cazorla, pero desde Rivas, todo gracias a un socio del club MTB Rivas que nació allí y que quería ir a su pueblo desde Rivas. Por supuesto, no le queríamos dejar solo y le acompañamos cuatro socios más del club. El recorrido de la ruta fue el 1 de agosto del 2020 y la hicimos en cuatro etapas. Uno de los mayores y como podéis suponer fue el excesivo calor que hizo durante el recorrido, sobre todo a partir de las 12h00’ de la tarde, donde las temperaturas superaban los 30º C. Dos de las etapas que realizamos, terminaron aproximadamente a las 16h00’ pero las otras dos, lamentablemente terminamos demasiado tarde, alrededor de las 20h00’ de la noche.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Primera etapa: Rivas-Tembleque. Salimos a las 7 del Polideportivo del Cerro del Telégrafo en Rivas-Vaciamadrid. Al ser el primer día teníamos unas ganas inmensas de coger la bicicleta, por lo tanto, el recorrido fue bastante rápido y sin ninguna incidencia importante. Nos dirigimos por casa Eulogio al derrumbe. El derrumbe lo pasamos bastante bien, a pesar de llevar las alforjas. Desde San Martín de la Vega nos dirigimos hacia Titulcia a través de los canales del río Jarama. Rápidamente llegamos a Aranjuez bañado por el río Tajo, donde estuvimos paseando por el paseo arbolado y el maravilloso Palacio Real de Aranjuez y sus jardines. Toda esta primera parte de esta etapa era llana.
Desde allí nos dirigimos a Ontígola que es un pueblo residencial de Aranjuez y que está muy cerquita y es donde empezaba a subir el desnivel. Esta segunda parte se nos hizo un poco duro, porque el calor nos mostraba su parte más amarga. Además, en este segundo tramo y hasta Tembleque no hubo apenas ninguna sombra. Lo positivo es que íbamos rápidos y llegamos pronto al destino.
Tembleque es una ciudad bastante cuidada, limpia y reformada con una de las plazas porticadas más hermosas y, a la vez, desconocidas de España, emblema del Barroco del siglo XVII, diseñada para cumplir una doble función, la puramente urbanística como centro de la vida de la población y la de plaza de toros. Una de sus tres puertas era, además de acceso, callejón de toriles. Además, no nos perdimos la visita de la Ermita de Veracruz y el Palacio de las Torres. También es parte de la ruta del Quijote que el club MTB Rivas tiene pendiente de realizarla en un futuro y esperamos que sea cercano.
Segunda etapa: Tembleque-Valdepeñas. Esta etapa fue la más larga de longitud y de duración. Salimos de Tembleque aproximadamente a las 8h30’ y aunque era una tapa llana, las piernas estaban un poco cargadas, ya que el primer día fuimos más rápido de lo habitual por las inmensas ganas de coger la bicicleta, por lo que en este segundo día se empezaban a notar los kilómetros en las piernas. Nos dirigimos a Madridejos. En esta etapa, la primera parte desde Tembleque a Villarta de San Juan fue un recorrido más o menos agradable, donde los caminos eran muy ciclables y la vegetación tenía bastantes sombras, gracias a los árboles que rodeaban los caminos. En Villarta de San Juan realizamos una parada para hidratarnos y llenar los bidones de agua. Nos separaban 30 kilómetros desde Villarta hasta Manzanares y el calor empezaba a apretar. Además, para más inri, hubo dos caminos de aproximadamente 500 mts que pensábamos que eran caminos y estaban arados, teniendo que arrastrar las bicicletas en dichos tramos. Llegamos a Manzanares alrededor de las 16h00’. El cansancio lo notábamos, y aún teníamos que comer y coger de nuevo nuestras bicicletas para dirigirnos a Valdepeñas, donde teníamos contratado el hotel para descansar. Aunque era un recorrido bastante llano, llevábamos 90 km en nuestras piernas y fue el día de más calor. Tardamos tres horas en realizar este recorrido, sin apenas vegetación alta, menos mal que había un ligero aire de cara que, aunque era cálido, hizo que el camino fuese más soportable. Llegamos a Valdepeñas alrededor de las 20h00’ de la noche. Valdepeñas es una ciudad bastante importante de Ciudad real con bastante industria alimentaria (queserías, mataderos y sobre todo vinícola) y bastantes lugares característicos que ver como, por ejemplo, su plaza España, la iglesia de Nuestra Asunción o la ermita de Veracruz, pero lamentablemente no pudimos realizarla y tuvimos que dejarlo en otra ocasión. Otro de los aspectos negativos fue que llegamos un domingo ya muy tarde y los comercios estaban cerrados y por lo tanto el tema de logística nos falló.
Tercera etapa: Valdepeñas-Santa Elena. Esta etapa fue la más corta de las cuatro que hicimos, además de ser la más turística y la más preciosa, ya que cruzamos el Parque Natural del Despeñaperros, en plena Sierra Morena y por camino, escuchando el silencio propio de la Naturaleza, sin más que nosotros y la fauna y flora del lugar. El primer pueblo que pasamos fue el Viso del Marqués. Allí nos encontramos con el Palacio de Santa Cruz con una fastuosa decoración de estilo Renacimiento italiano. Como era el último pueblo antes de llegar a Santa Elena, tuvimos que realizar un importante acopio de alimentos y bebidas.
En este Parque abundan las encinas, alcornoques (donde había algunos de ellos les quitaron parte de la corteza) y pinos y por lo tanto el paisaje nos cambió positivamente las vistas desde el manillar de la bicicleta. Por supuesto y con respecto a la fauna, se nos cruzaron varios ciervos, de lo cual nos alegró la vista. Cuando estábamos llegando a Santa Elena nos tropezamos con el castillo Castro Ferral. En este castillo rezaba un cartel que ponía que Jaén era la ciudad de España donde había más castillos, pero casi todos estaban en ruinas. Además, pasamos por uno de los sitios donde se produjo la batalla de Las Navas de Tolosa. Llegamos a Santa Elena a la hora de comer, donde después de comer, pudimos descansar y realizar un exhausto mantenimiento y lavado de bicicletas.
Cuarta etapa: Santa Elena-Cazorla. Aunque esta etapa, sabíamos de la dureza de la ruta, pero era la última y por lo tanto se notaba la ilusión de terminar esta aventura. La primera parte fue todo por carretera hasta el pueblo de Arquillos. Desde aquí, nos dirigimos a Sabiote. Aquí tuvimos la primera dificultad, con una subida de unos 100 metros con un desnivel del 25 %, por lo que estuvimos arrastrando la bicicleta con el inconveniente de la hora, que eran las 12, y el calor ya era grande. En Sabiote realizamos un mini almuerzo para refrescarnos, sobre todo fruta fresca (sandía y melón). Desde aquí, nos dirigimos a Torreperogil, donde realizamos el almuerzo y un pequeño descanso. Ya nos quedaba menos de la mitad de ruta, pero las temperaturas eran muy altas. La siguiente parada fue Puente Cerrada, donde hay una presa con bastante arboleda y unos cuantos bares y restaurantes. Estuvimos tomándonos un refrigerio porque a partir de aquí era desnivel positivo. El siguiente pueblo fue Peal de Becerro y penúltima parada para llegar a nuestro destino, que era Cazorla. Cazorla tiene varios puntos característicos e importantes y donde nos hicimos la foto final fue en las ruinas de Santa María de Cazorla. Se trata de la única iglesia en Europa que está construida sobre un río, el Cerezuelo (también llamado río Cazorla). Para ello se tuvo que realizar una gran obra arquitectónica: una bóveda que canalizaría el río bajo el centro de la ciudad y que sustentaría el templo religioso. Así pues, el río entra por debajo del altar mayor, la atraviesa por completo y continúa su curso bajo la plaza de Santa María, tras la cual las aguas vuelven a aparecer al aire libre. La cosa empeoró el 2 de junio del año 1694, día que tuvo lugar una fuerte tormenta (“el diluvio”, según las crónicas), que arrasó la ciudad de Cazorla en poco más de una hora. Las fuertes lluvias arrastraron piedras, árboles y maleza por el río Cerezuelo. que quedó retenido en la entrada de la bóveda construida en la cabecera de la iglesia y la taponó, por lo que el agua al no podía fluir bajo la misma, empezó a embalsarse, provocando el ascenso de las aguas que llegaron a subir hasta una altura insospechada. Evidentemente, hubo un momento en que las aguas se abrieron paso destruyendo parte de la, que colapsaron las bóvedas que pasan por debajo del mismo y le hizo actuar de represa. El diluvio destrozó los retablos, y arrastrando fuera del lugar sagrado, imágenes, ricos ornamentos…. Existe una inscripción en la fachada principal alusiva a este hecho. Durante la guerra de la Independencia fue incendiada, y fue durante la Guerra Civil cuando adquirió el aspecto que actualmente presenta.
CONCLUSIÓN
Ruta muy recomendable para realizarla, ya que visitamos unos increíbles pueblos, por los caminos que recorrimos y sobre todo por el paso del puerto de Despeñaperros. Pero en lugar de hacerlo en cuatro días como lo hicimos nosotros, mejor en cinco días o seis y en otra época del año, ya que unos de los peores inconvenientes que tuvimos fue el excesivo calor que pasamos.
AGRADECIMIENTOS
Desde aquí, queremos agradecer a Luis Barreiro todo el esfuerzo que ha realizado para que el club tenga una página web muy renovada, moderna e innovadora, de la cual nos estamos beneficiando todos los ciclistas de las últimas novedades, rutas, noticias y eventos que realiza y participa el club MTB Rivas